sábado

TUESDAY, OCTOBER 14, 2008

Arrivederci

El niñato deja esto. También se cansó. Un gusto su atención.

FRIDAY, OCTOBER 10, 2008

Espera tu próximo fracaso

Espera tu próximo fracaso. Vuelve a ser mi cumpleaños y si hay algo que he aprendido a lo largo de estos veinticuatro años es que aquellas cosas que un día me parecieron una tragedia han resultado ser los mayores golpes de suerte de mi vida. Es por eso que hoy me apetece hablar de mis fracasos como motor de mi vida. Cuando dudo de si debo hacer o no hacer algo, pienso en mis fracasos y decido hacerlo. Porque si sale bien seré feliz, y si no sale bien, también, un poco más tarde, pero también, y además con otra lección en el equipaje. Porque de los fracasos se aprende, y mucho. Siempre que dudes entre si hacer algo o no hacerlo, yo te digo que lo hagas. A veces la vida se planta ante ti con una oportunidad que te exige un riesgo. Hay que tomar ese riesgo. Lo quieras o no, de todos los modos, llegará un día en que te morirás, así que tampoco hay mucho más que perder. Relativiza con la muerte, funciona. Con el tiempo te das cuenta de que los fracasos son solo baches momentáneos que te ayudan a progresar como persona. Cuando por culpa de una lesión tuve que dejar de jugar a futbol sentí una frustración inmensa. Vivía en una burbuja en forma de pelota que me impedía poder ver cualquier otra cosa que no tuviera que ver con el fútbol. Nadie me había enseñado a vivir sin el fútbol. Con el tiempo esa lesión me permitió conocer otros mundos todavía desconocidos. Al no tener que asumir las responsabilidades que suponían formar parte de un equipo de futbol pude empezar a viajar, ver mundo, pude empezar a salir de noche, vivir experiencias vitales, conocer chicas delirantes, experimentar con la locura, cruzar la delgada línea roja, sentirme libre. Pude vivir otra vida al margen de lo que era el futbol, nuevos momentos que jamás hubiera podido vivir si no hubiese sufrido esa lesión. Momentos significativos que jamás dejarán de formar parte de mi patrimonio personal. El segundo gran fracaso de mi vida fue cuando me echaron de la UPC y tuve la sensación de haber tirado a la basura dos años de mi vida. Por un par de puntos no pasé la fase selectiva, y las maletas en la puerta. Fue entonces cuando fui al Instituto Químico de Sarriá. Al principio me sentía como una mierda, como un auténtico fracasado. Recuerdo que durante unos días me repetía en voz alta: “No eres un fracasado”. Me lo repetía constantemente para sacar fuerzas de donde no las había. Fue muy duro. Así que como un auténtico ludópata me pasé aquellos tres primeros meses yendo cada tarde al casino. Nada mas terminar las clases cogía la ronda y en 10 minutos ya estaba sacándome la entrada. En aquel subterráneo de ruletas camuflaba mis angustias, desviaba mis pensamientos, y los días que ganaba algo de dinero se me iban todas esas paranoias y me sentía como Superman. El resto de los días, pueden imaginarlo. Sin duda estamos hablando de mucho dolor. Pero con el tiempo fui conociendo gente, me fui recomponiendo y las cosas empezaron a ser más agradables. El caso es que gracias a aquel fracaso conocí grandes personas que han acabando siendo grandes amigos. Amigos que de no haber fracasado nunca hubiera conocido. Amigos, con los que reírse y quererse, indispensables para mi felicidad. Sin duda, aquel fue el mejor fracaso de mi vida. Han habido muchos mas fracasos, momentos de derrota, chicas que se esfumaron. Pero cada fracaso me ha hecho mejor persona, mejor amigo, mejor hombre. Cada fracaso me ha llevado a una situación más favorable, a una situación mejor. Es el progreso de los fracasos. La experiencia no admite dudas, espera tu próximo fracaso, aprende de él, y luego saca lo mejor de ti. "Felicitats Xavier", me digo ahora en voz baja.

WEDNESDAY, OCTOBER 08, 2008

I have seen a girl

__Ha vuelto mi carácter de pulmón que se hincha y se deshincha. I have seen a girl. He conocido a una chica que habla por los codos y es una delicia para la vista. Una chica con la que te sientes a gusto. Un vicio declarable. Alegre y divertida. Un acelerador de segundos. Natural y entrañable. Una especie en extinción. Espontánea e imaginativa. Una acumulación de talento, que te acaba gustando aunque no lo quieras.

MONDAY, OCTOBER 06, 2008

Un buen rato

Por fin pude ver Vicky Cristina Barcelona. La vi en castellano, y quiero decir que me ha parecido una película fantástica. Durante el tiempo que estuve en la sala no miré el reloj ni una sola vez. A diferencia de muchos que entraron en la sala esperando una obra maestra que dejara Barcelona a la altura de un eslogan del tipo Visc(a) a Barcelona, yo solo quería pasar un buen rato. Hay que ir con cuidado con las expectativas porque pueden resultar muy contraproducentes. Me gustaron los diálogos, las postales, las interpretaciones, el ritmo, todo. Hay gente que opina que es previsible pero no se puede evaluar una película solo por la cantidad de giros argumentales. Macht Point fue una película absolutamente imprevisible, con más giros que una carretera de montaña, pero no te puedes pasar el resto de tu vida esperando que Woody Allen haga otra vez algo parecido. Cada historia es un mundo. He disfrutado con Vicky Cristina Barcelona. Supongo que a veces las cosas previsibles pueden también ser maravillosas.

SATURDAY, OCTOBER 04, 2008

Buñuel

-¿Qué esperanza pone usted en el amor?
-Si amo, toda esperanza. Si no amo, ninguna.

THURSDAY, OCTOBER 02, 2008

La felicidad tiende al olvido

Últimamente estoy un poco pensativo, dándole al coco. Han pasado los años y todavía me acuerdo de aquel día que decidí colgar un texto que hacía unos días que había escrito: “Hay saltos de alegría y saltos al vacío”. Era un viernes, mi primer texto desnudo. Recuerdo que lo empecé después de abrirme la cabeza con una lámpara en un salto de alegría. Ahora no doy saltos de alegría, pero soy mucho más feliz. Una agradable brisa constante. Era un tiempo en que me tomaba la vida con una trascendencia insoportable. Era un auténtico maniaco depresivo. Tenía un mundo por descubrir, todo me era nuevo, le escribía al amor y tenía la sensación de estar cambiando el mundo. Luego me equivocaba y me hundía por completo. Y el dolor era absoluto. No fueron unos años agradables, porque sufría mucho, pero son unos años por los que siento un amor muy intenso. Últimamente estoy un poco pensativo, decía, porque me he dado cuenta de que inconscientemente había olvidado todos esos años. Y sabe mal, pero la felicidad tiende al olvido. Los ricos se olvidan de los pobres, los jóvenes de los viejos… Es por eso que de tanto en cuanto es bueno pararte en medio de toda esa alegría para acordarte de aquello que nunca deberíamos olvidar.

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