MIÉRCOLES 31 DE OCTUBRE DE 2007
Adiós Octubre
Seguramente sea un grave error, el querer dotar de una constante transcendencia, a la vida. Va llegando el frío, y solo los radiadores me calientan. Las personas se mantienen al margen. El año va agotando sus últimos meses y uno tiene la sensación de que lo acabaremos igual que lo empezamos, depresivos. Hemos visto la luz, hemos salido del túnel, pero volvemos, lo sé, lo noto. No es que tenga motivos de peso, pero es esa sensación de no saber hacia donde estás yendo. Siento como si estuviera acelerando en una autopista que no se a donde me lleva. Quiero llegar, pero no se donde. Es esa absurdidad de no tener destino, de no sentirse a gusto con uno mismo, de que la soledad te arda y observes tu piso vacío como quien observa una agonía. Porque aunque sea malo estar triste, es peor el no saber si lo estás. Si, vale, llenas tus días de cosas, actividades, practicas un poco de deporte, quedas con alguna chica, pero no. No hay nada, solo hacer por hacer. Te das cuenta que en todo eso no hay alma, no hay fondo, no hay sentido, y claro, sin sentido no vamos a ningún lugar. Luego acudes a los amigos que te salvan, te hacen pasar un buen rato, aprovechas para sonreír un poco, te olvidas por unas horas de toda esa mierda que inunda tu cabeza. Pero regresa la soledad con más fuerza que nunca exigiéndote otro cara a cara contigo mismo. Estás perdido, y no sabes ni como mirarte. Culpas al mundo, a lo cobarde. Pero te das cuenta de que tampoco es esa, la solución. Y pasarán las horas, se agotará el día, y nos sumergiremos hacia otra noche esperando encontrar aquello que no necesitamos. Que le vamos a hacer. Por lo menos hoy nadie me lo negará, lo del disfraz.
MARTES 30 DE OCTUBRE DE 2007
Lugares
CASA CASTRO
Marisquería situada en el barrio de la Guineueta. En el patio interior de unos edificios con aspecto decadente. El restaurante está escondido, y aunque exteriormente tiene apariencia de Bar del Barrio, aquí se sirve el mejor marisco de la ciudad. Aconsejable ir con amigos para evitar escoger un solo plato, que en el centro de la mesa vayan llegando los langostinos, las almejas, las tallarines y lo que cuelgue. Que la vida es una fiesta, diría Hemingway . c/ Isard, 5. Tel, 93 354 20 50.
ELS PESCADORS
Situado en una pequeña y encantadora plaza del Poble Nou. Es de los pocos lugares decentes que hay abiertos en domingo. La terraza es tranquila y silenciosa, ideal para la tertulia y para degustar una paella o algún pescado cocinado con talento. Aunque el jefe sea socialista, vale la pena pasarse de tanto en cuando por ese local. Pl. Prim, 1. Tel, 93 225 20 18
HERMANOS TOMAS
Cocina española, con camareros de trato castizo. Situado en Nou Barris. Las paredes están decoradas con números de lotería. Tanto las carnes como los pescados son cocinados tradicionalmente, con sabores auténticos. La última perla del señor Tomás: “He dejado a mi mujer. Si se dedican a tensar la goma, tienes que ser el primero de soltarla, así no te picará a ti”. Recomendable ir con amigos, para luego dejarse llevar en una larga sobremesa. c/ Padre Perez del Pulgar, 1. Tel, 93 345 71 48.
TIRSA
Coctelería de l’Hospitalet. Aunque no sea fácil acercarse, vale la pena. Los cócteles del señor Tirvió son considerados los mejores de la ciudad. La decoración del local es clásica, la barra y los muebles son de madera. Tres recomendaciones: French 75, Negroni, o un simple Gintonic. c/ Rafael de Campalans 174.
CAL PEP
Sin lugar a dudas, la mejor barra para comer de la ciudad. Situada en el Born, en la Plaça de les Olles. Pescados y mariscos recién sacados de la lonja. Excelente trato de los camareros con los que acabas dándote a la complicidad. Y si consiguen hablar con el señor Pep, no duden de sacarle el tema del viaje por Europa que hizo durante su juventud hippie, algo interesante caerá. Al final, no pueden irse sin probar el surtido de espumas de distintos sabores, extraordinarias. Lo comprobarán. La única pega, es que no admiten reservas, por lo que una media de hora de espera, nadie se la perdonará.
Marisquería situada en el barrio de la Guineueta. En el patio interior de unos edificios con aspecto decadente. El restaurante está escondido, y aunque exteriormente tiene apariencia de Bar del Barrio, aquí se sirve el mejor marisco de la ciudad. Aconsejable ir con amigos para evitar escoger un solo plato, que en el centro de la mesa vayan llegando los langostinos, las almejas, las tallarines y lo que cuelgue. Que la vida es una fiesta, diría Hemingway . c/ Isard, 5. Tel, 93 354 20 50.
ELS PESCADORS
Situado en una pequeña y encantadora plaza del Poble Nou. Es de los pocos lugares decentes que hay abiertos en domingo. La terraza es tranquila y silenciosa, ideal para la tertulia y para degustar una paella o algún pescado cocinado con talento. Aunque el jefe sea socialista, vale la pena pasarse de tanto en cuando por ese local. Pl. Prim, 1. Tel, 93 225 20 18
HERMANOS TOMAS
Cocina española, con camareros de trato castizo. Situado en Nou Barris. Las paredes están decoradas con números de lotería. Tanto las carnes como los pescados son cocinados tradicionalmente, con sabores auténticos. La última perla del señor Tomás: “He dejado a mi mujer. Si se dedican a tensar la goma, tienes que ser el primero de soltarla, así no te picará a ti”. Recomendable ir con amigos, para luego dejarse llevar en una larga sobremesa. c/ Padre Perez del Pulgar, 1. Tel, 93 345 71 48.
TIRSA
Coctelería de l’Hospitalet. Aunque no sea fácil acercarse, vale la pena. Los cócteles del señor Tirvió son considerados los mejores de la ciudad. La decoración del local es clásica, la barra y los muebles son de madera. Tres recomendaciones: French 75, Negroni, o un simple Gintonic. c/ Rafael de Campalans 174.
CAL PEP
Sin lugar a dudas, la mejor barra para comer de la ciudad. Situada en el Born, en la Plaça de les Olles. Pescados y mariscos recién sacados de la lonja. Excelente trato de los camareros con los que acabas dándote a la complicidad. Y si consiguen hablar con el señor Pep, no duden de sacarle el tema del viaje por Europa que hizo durante su juventud hippie, algo interesante caerá. Al final, no pueden irse sin probar el surtido de espumas de distintos sabores, extraordinarias. Lo comprobarán. La única pega, es que no admiten reservas, por lo que una media de hora de espera, nadie se la perdonará.
LUNES 29 DE OCTUBRE DE 2007
La gravedad de las pupilas
Hay un movimiento que me fascina. Es el de las pupilas de los hombres cuando van hacia abajo. De la cara al culo. No falla. Me divierte ese movimiento. Quizás por previsible o por cómplice, quien sabe. Todavía no he encontrado unas pupilas que no se caigan. El hombre capaz de renunciar a la observación de un culo está por nacer. La gravedad de las pupilas, el resto, camuflaje.
DOMINGO 28 DE OCTUBRE DE 2007
El motivo, lo de menos
Hay un momento en la relación en que ella ya decidió que la cosa terminó, que tú no eres el definitivo, pero no te lo dice. Calla, y planea. Poco a poco va diseñando una actitud para dar lugar a un motivo. Luego te reprocharán falta de atención, te soltará un “últimamente la cosa ya no iba bien”, o apelará a un aspecto altamente subjetivo, lo suficiente para que los sentidos no alcancen. Es la inteligencia femenina, mucho más cínica, mucho más pragmática, sigilosas como los secretos que no se cuentan. Luego tú no lo entenderás. Te preguntarás que hiciste mal, que dejaste de hacer, pero estas preguntas no tendrán respuesta. Y esas preguntas serán el triunfo de su estrategia. Pero tienes alma, y duele, por eso tú volverás a preguntártelo, y entonces ella te dirá que no hay que pensar tanto, que las cosas son más simples de lo que crees. Entonces a ti no te quedará otra que resignarte, creer que ha sido eso, que el motivo es ese, que aunque se te haga difícil creértelo, será ese el motivo, el que ella planeó. Es cruel, pero es así. Así que si la inteligencia te respeta, si no estás cuerdo, si tus padres te han educado, si has viajado, si has visto mundo, si lees los periódicos, no temas, confía en tus ojos. El motivo es lo de menos. Porque, simplemente, es mentira.
SÁBADO 27 DE OCTUBRE DE 2007
Dos verdades
1) No hay nada más difícil que renunciar al Ministerio de Fomento.
2) Enfadarse no sirve de nada.
2) Enfadarse no sirve de nada.
VIERNES 26 DE OCTUBRE DE 2007
Los grises
Son esa clase de personas que vagan por el mundo sin gracia alguna. Huérfanos de carisma, no apetece para nada conocerlos. Exponen sonrisas acartonadas, sin el más mínimo rastro de autenticidad. Lo intentan, eso si, y todo sea dicho, no actúan de mala fe. Pero la empatía los abandonó, y se les nota. De gestos ortopédicos, cuando mueven los brazos parecen grúas de edificios en construcción. Sus movimientos son tensos, y llevan la incomodidad de la rigidez en cada intento. El swing y la gracia nunca han estado allí. Ante la más mínima situación no programada sus nervios quedan completamente bloqueados, y el rojo se apodera de toda su extensión facial. Se sienten a gusto con la llanura de sus vidas. No les queda otra. Y no es que sean mala gente, pero les incomodan los caracteres impúdicos, excesivamente eufóricos y alegres del resto, y es en estos casos cuando les puede un poco la rabia. Pero el talento también les abandonó, por lo que tampoco llegan muy lejos.
JUEVES 25 DE OCTUBRE DE 2007
Lo que nunca llegaremos a conocer
Entro en el piso. El pasillo está a rebosar de bolsas de plástico llenas de basura. Huele mal. La cocina está llena de cajas de pizzas vacías y platos sucios con restos de comida por encima. Da asco meterse allá dentro. Vuelvo a preguntar su nombre en voz alta, pero el silencio sigue siendo la respuesta. Al entrar al comedor, el choque es emocional. Cajas de zapatos llenas de bolsitas de cocaína. Una balanza electrónica enchufada a la corriente que da la hora con intermitencias. Una espátula metálica, sucia. Todo esto recuerdo haberlo visto en algún largometraje americano. Películas porno alquiladas encima del televisor. Hay botellas de agua vacías por todo el piso. Me mojo el dedo con la lengua y luego lo unto encima de un montoncito de polvo blanco. Vuelvo a meterme el dedo en la boca, y el sabor amargo del polvo confirma la evidencia, es coca. Voy al lavabo, tampoco está allí. Suena el teléfono, no lo cojo. Voy a su habitación esperando encontrar algo interesante. Y si, allí está, tumbado con los ojos cerrados y un poco de sangre resecada en la nariz, como si le hubieran pegado un puñetazo y se hubiera quedado inconciente encima de la cama. Lo llamo. Ni se entera. Por lo menos, respira. Creemos saberlo todo. Creemos conocer perfectamente a nuestros amigos o a nuestras novias. Pero no. Por suerte o desgracia, siempre habrá cosas que nunca llegaremos a conocer. En el día menos soleado, la persona que menos imaginas, hará la cosa menos esperada. Y luego te sentirás estúpido, estafado o incluso decepcionado. Pero tu padre ya te lo dijo: “No te fíes ni de tu sombra”. Me acerco, le doy una bofetada suave para que despierte. Le doy otra. Abre los ojos, pero como un recién anestesiado, los vuelve a cerrar. Le miro unos minutos con pena. Prefiero dejarlo allí, la realidad debe ser mucho peor que cualquier sueño blanco en el pueda estar metido. La habitación esta llena de ropa sucia por el suelo. Espero sentado en el sofá del comedor a que se despierte. Me veo reflejado en la pantalla apagada del televisor. Doy pena. Tememos a la culpabilidad, porque no sabemos que está dentro de nosotros. La culpabilidad es un sentimiento que llevamos adentro. Los psicópatas asesinos no se sienten culpables. Ahora, en estos momentos es cuando piensas en el pasado y en que no debería haber hecho. ¿Hasta que punto soy culpable? Voy recordando hacia atrás y llega un punto en que mi culpabilidad es máxima. Todo va de mal en peor. Es mucho peor la sensación de estar bajando que la de estar abajo. Cuando estas abajo sabes que ya solo puedes subir. Estoy muy triste. Hay días en los que siento comprensión hacia los que se suicidan.
MARTES 23 DE OCTUBRE DE 2007
Se trata de
Se trata de caerse, hundirse, pasar un poco de vergüenza. Y se trata de volver a empezar. Luchar, ilusionarse, hacer planes, llevarlos a cabo, aprender. Y volver fracasar. Para llorar, sufrir, equivocarse, y descubrir. Y luego otra vez a coger fuerzas para volverlo a intentar. Y emprender, divertirse, conocer mundos, triunfar. Para luego volverse a estrellar, a naufragar, a pasarlo mal, a disfrazarse, a hacer el payaso, a recapacitar. Y otra vez a recuperarse. Para reintentarlo, para buscarse nuevos problemas, para resolverlos, para alegrarse, para soñar. Se trata de eso, pruébalo. Se trata de estar, de no cerrarse, de moverse, de sentir, de vivir esta vida en la que cada día es un nuevo motivo para sentirse orgulloso, un nuevo motivo para ser feliz.
LUNES 22 DE OCTUBRE DE 2007
La primera duda
La primera duda. La primera pereza, ese detalle que empieza a magnificarse, ese pensárselo y volver a repensarlo. Esa primera vez en que la miras y te lo preguntas, y ella te pregunta en que estas pensando, y tu le respondes “en nada”. Ese primer miedo al compromiso. La primera duda. El alumbramiento se acaba, y la inteligencia empieza a evaluar. Se estrenan las balanzas, pesamos, comparamos. Sabemos que tenemos colores, pero ahora toca preguntarse si los sabremos combinar. Sorpresa, otro defecto. Pero egoísta, no me gusto. Así que habrá que hacer algo. Así que con lo que cuesta empezar a ilusionarse con alguien, decides comerte esa duda antes de que ella te coma a ti. Huida hacia delante. Te convences de que es lo mejor. Si, no hay duda. Y luego pasa el tiempo, y en una bonita mañana, sentados en una terraza, empiezas a acordarte de aquella primera duda, de aquel día en que te preguntaste si era ella, y entonces ella te pregunta en que piensas, y tú la coges, y sonriendo un poco más de la cuenta, le contestas: “No. En nada”.
SÁBADO 20 DE OCTUBRE DE 2007
Top 5
Las nuevas canciones cada vez escasean más. Si les apetece colaborar un poco con la página propongo un pequeño ejercicio inspirado en una película que se llamaba “Alta Fidelidad” en la que su protagonista tiende a clasificar todos sus asuntos en unos Top-5. Sus películas, sus discos, sus canciones… Así que propongo que cada uno muestre sus cinco canciones favoritas en català o espanyol para que así todos podamos disfrutarlas. Lo del idioma es porque creo que para emocionarse hay que entender bien la letra, y el inglés flojea. En caso de duda, pongan la menos popular, así la posibilidad de sorprendernos aumenta. Y, ya saben, si tiene un poco de ritmo mejor, así será mas fácil que nos enganchemos. Todos saldremos ganando. Gracias.
TOP 5
Más de cien mentiras, Joaquin Sabina
Avisa a tu madre, Jarabe de Palo
Mi gintonic, Andrés Calamaro
El tiempo lo dirá, Los Rodríguez
Del balcó de casa, Els Pets
VIERNES 19 DE OCTUBRE DE 2007
El cine
En lo que va de año han salido numerosas noticias en las que se alarma de la poca recaudación de las películas españolas, y como durante esta semana he tenido la oportunidad de ir a cine unas cuantas veces, me he fijado en un pequeño detalle que quería aquí comentar. Creo que hay un hecho que bajo mi punto de vista es determinante. Lo que pasa con el cine español es que primero se escriben los guiones, y luego ya buscaremos las imágenes. En cambio, el cine americano se hace a partir de las imágenes, los colores, los paisajes, las localizaciones. Tenemos una idea de la trama, pero primero buscaremos los escenarios, los personajes, y luego cuando esto esté claro, montamos unos diálogos. El cine español se quiere lucir con las palabras, pero creo para esto ya está el teatro, o incluso, la literatura. Fíjate que de los grandes libros nunca se han hecho grandes películas. El poder de las palabras nunca podrá competir con el poder de las imágenes. Ya lo dice el dicho: “Vale más una imagen…”. Claro que nos quejaremos de los presupuestos, diremos que los efectos especiales tienen un precio, pero yo me refiero al cine de la vida. No hablo de tiroteos, ni de ciencia ficción. Me refiero a Macht Point, a Réquiem por un Sueño, a Love Actually, a todas esas películas que nos hablan de nosotros sin gastar el más mínimo dólar en efectos especiales. Incluso si nos fijamos en los que han triunfado (Almodóvar, Amenábar, Coixet…) nos daremos cuenta de que son directores que nunca escriben a partir de guionistas, y en sus películas el poder de los personajes, de los colores, de los escenarios, resulta determinante. En fin, supongo que no he descubierto nada, pero la realidad es la realidad, y luego nos quejaremos de que la gente no va al cine a ver nuestras películas.
JUEVES 18 DE OCTUBRE DE 2007
Las rosas del Pakistán
A esa hora en que los deseos empiezan a renunciar, eran las seis de la madrugada, cerraban Sutton y yo me encontraba solo en la salida esperando que saliesen un par de amigos. De repente me sorprende una discusión, una chica empieza a insultar a un chico a la vez que le empieza a lanzar persistentes puñetazos femeninos. “Hijo de puta, te he visto. Si no me quieres déjame en paz”, “Que no, solo hablábamos”. El tono de los gritos va en aumento, hasta alcanzar ese tono de desesperación que solo nos permite el alcohol. La chica se pone histérica, pues cree que su novio ha estado intentando ligar con otra. Termina la tormenta, y la chica se sienta a llorar sola en la puerta de una banca que hay delante, unos veinte metros mas abajo. La observo desde la distancia. El chico se sienta a un metro mío, en el portal de una casa. Le pregunto por lo sucedido, y me cuenta lo que ya se suponía. Le digo que le envidio, ya me gustaría ver enloquecer a una chica por mí como lo ha hecho esa chica por él. Me manda a la mierda, es un poco tonto. Me alejo, tal como están las cosas no se trata de provocar al personal. Mis amigos siguen sin salir. A esas que veo uno de esos paquistaníes que venden rosas recién caducadas a bajo precio. Por un billete de diez, me da diez. Por lo menos son rojas, pienso. Me acerco a la chica y se las doy, “Son de parte de tu chico que me manda porque tiene miedo y no sabe que decirte”. La chica las coge, me da las gracias, y mirándoselas inicia una tímida sonrisa que termina en llanto. Me giro, y como veo a su novio observándome desde lejos, me voy. Me dirijo al chico y le digo que le he dicho a su novia que las rosas eran de parte suya. Me da las gracias. “¿Por qué lo has hecho?”, pregunta. “Por ella, chico, lo he hecho por ella. También he sido ella alguna vez”.
MIÉRCOLES 17 DE OCTUBRE DE 2007
El pelo y la polla
Hay dos maneras de formar parte del fin de una relación: como dejador o como dejado. El pelo y la polla. Cuando queremos deshacernos de una mujer experimentamos la misma sensación que se tiene cuando te entra un pelo en la boca y consigues quitártelo pero durante un breve espacio de tiempo sigues teniendo la percepción de que el pelo sigue permaneciendo en la boca. Con las chicas pasa lo mismo, debe pasar un tiempo hasta que nos libramos del peso de los sentimientos, hasta que nos deshacemos por completo de la molestia. En cambio, ser dejado me recuerda a aquel momento en que acabas de eyacular pero sigues con los vaivenes negándote ha aceptar que el goce ha terminado. La no aceptación del fin de la alegría, graso error. Hay momentos en que la polla ya no da para más. Y hay que aceptarlo.
MARTES 16 DE OCTUBRE DE 2007
No cuesta mucho
Ser una buena persona, no cuesta mucho. No cuesta mucho ponerse en la piel ajena, y evaluar los daños. No cuesta nada regalar una sonrisa. Tu sonrisa puede ser el principio de otra. No cuesta nada llamar. Escuchar sinceramente, mostrar comprensión, quizás así consigamos ahorrar un mal rato a un amigo. La soledad con angustias, es el peor de los males. No cuesta mucho, contestar los mensajes. Sentirnos respetados, a veces es lo único que necesitamos. No cuesta nada soltar un elogio sincero, pues puede que estemos dándole la fuerza que necesita para que al fin se decida a luchar por aquello que tanto desea. En fin, nunca sabremos. Somos tan complejos que un pequeño detalle puede llegar a cambiar el rumbo de nuestros días. No cuesta nada, no cuesta nada evitar críticas destructivas que puedan amargarle el día a alguien. Pequeños detalles, grandes consecuencias. No cuesta mucho, la verdad, una pequeña ayuda, un golpe mano, bien seguro que esa persona que tanto lo necesitaba nos lo agradecerá. Simples y pequeños detalles que harán la vida de aquellos que nos rodean un poquito más agradable. All the easy things, y la bondad por delante.
LUNES 15 DE OCTUBRE DE 2007
DOMINGO 14 DE OCTUBRE DE 2007
SÁBADO 13 DE OCTUBRE DE 2007
No me hables de sentimientos
Tenía dieciocho años pero su mirada me decía que no me confiara. Los ojos venían de una claridad que imposibilitaba cualquier intento de fijación visual. Llevaba el alfiler de la belleza apuntando al corazón. Yo, todavía convaleciente de un amor roto, tratando de reconstruir el sentido de mi existencia. “No me hables de sentimientos que voy borracha”, sentenció. Ignorando el verbo renunciar, me contó que ella también venía de un corazón roto. Así que con la complicidad que aportan las penas, juntamos frases y labios. Cogimos un taxi, y fuimos a “Algún sitio desde donde se pueda ver la ciudad desde arriba”. El cielo en la tierra. El taxista nos dejó en un caminito de piedras con Barcelona a nuestros pies. Nos sentamos mirando al mar, abrazados como se abrazan las parejas en las películas románticas. El traje de luces que es una ciudad dormida, iba dando paso a un sol presente no deslumbrante. Solo hablamos de sentimientos. Me dijo que esa noche necesitaba haber encontrado a un chico como yo, pero que nuestra relación no tenía más futuro que el pan de ayer. Yo no supe más que decirle que seguramente tenía razón, aceptar. Nos despedimos, y este texto es otra resaca que se atasca. Y los días siguen, y la verdadera cuestión no es qué sueños tener o no tener. Es, en el caso de haberlos tenido ya, cómo olvidarlos al despertar.
VIERNES 12 DE OCTUBRE DE 2007
Los Buenos Sentimientos
La lentitud de los malos tiempos nos destruye. Tú puedes callar, pero el silencio va mucho más allá de los decibelios. Haber salido de otras, a veces es lo único que a uno le queda. Tu última sorpresa, no cogerme el teléfono. No se que motivo te habrá llevado hacia ese extremo. De acuerdo, podemos jugar a olvidarnos, a no hablarnos, a no mirarnos, pero el precipicio sigue estando allí, y el riesgo de caerse sigue siendo el mismo. Ya sé que desde que Messi imitó a Maradona han pasado muchas cosas, que las rosas cada día están mas secas, pero ya estoy harto de finales siniestros. Con los otoños uno aprende que el odio no lleva a ningún sitio. A veces podemos no tener claro que es lo que queremos, pero diametralmente no nos invade la más mínima duda a la hora de decidir que es lo que no queremos. Los buenos sentimientos son mejores. La libertad sigue siendo tuya, escoge lo que quieras, sigue sin hablarme si es lo que ya has decidido. Pero es mejor que sepas que mi felicidad te sigue echando de menos.
JUEVES 11 DE OCTUBRE DE 2007
Para que una relación funcione
Para que una relación funcione, para que cada día sea un tobogán, hacen falta cuatro requisitos tan indispensables como las patas de una mesa. Es decir, que si falla una, la mesa todavía se aguanta, digamos que la relación sobrevive, pero la gravedad es la gravedad, y con dos patas de menos, la mesa se rompe. El primer requisito, y bajo mi punto de vista el más importante, es la confianza. A partir de la confianza, podemos actuar en libertad, y eso se antoja imprescindible. La confianza nos da seguridad, nos da tranquilidad, una respiración agradable. Sin confianza cada uno de nuestros hechos está contaminado por algo que cuando te pasa no sabes que es, y se llama desconfianza. También es verdad que este requisito, el de la confianza, es el más difícil de calibrar, es decir, en el fondo nosotros podemos confiar mucho en una persona pero cuando se trata de saber si esa persona confía en nosotros todo se vuelve un poco más complicado. Por eso no solo es importante confiar en la otra parte de la pareja, sino que también debemos de esforzarnos en demostrárselo, pues eso ayudará a que dicha confianza vaya aumentando. Pues la confianza siempre aumenta gradualmente, poco a poco, y a partir de la complicidad. Yo confió en ti, tu confías en mi. Yo confío un poco más en ti, tu confías una poco más en mi. Y así sucesivamente, hasta que llegamos hasta esa plena confianza de la que hablamos. En fin, sigamos. El segundo aspecto necesario para el buen funcionamiento de una relación es el diálogo, la conversación. Me refiero a la capacidad de estar horas y horas hablando sin parar. Tanto de temas transcendentes, como de asuntos irrelevantes. Da igual. Hablar y hablar, pues al hablar disminuye la intensidad emocional de nuestros pensamientos. Y en un mal día, tener esa persona que al conversar con ella consigues, por unos momentos, olvidarte de todas tus preocupaciones, es un regalo del de arriba. Fíjate, por ejemplo, que las personas que acabas escogiendo como amigos son aquellas con las que te resulta más fácil entablar conversación. La tercera cosa imprescindible en una relación es el cariño. Me refiero a la ternura, a esas caricias, a esas ganas de ayudar, a esas ganas de querer hacer feliz al otro. Cuando hablo del cariño estoy hablando del alimento del alma, del amor en la vertiente más subjetiva posible. El cariño es una frase bonita, es un poema desesperado, es un beso que añorábamos. El cariño es el sexo que calienta el frío que no queremos sufrir. El cariño es todo eso que nos sale del corazón, y a la vez, todo eso que también necesitamos para llenarlo. El cariño, en fin, ya sabes. El cuarto, y último aspecto de importancia para que una relación funcione es la sorpresa. Nos alimentamos de cambio, la monotonía nos aburre. Necesitamos las sorpresas para sentirnos vivos, para saber que aunque ahora no este pasando nada, puede ser que en cualquier momento vaya a suceder algo. La posibilidad de una sorpresa, aporta paciencia. Pues aunque ahora me esté aburriendo, no voy a agobiarme porque puede que mañana la cosa sea completamente distinta, así que me lo tomaré con calma. La sorpresa es el antídoto del tedio, y el tedio es la enfermedad que mata los matrimonios. Y aquí termino. Si, no hay más. Si, seguramente sean muchas cosas, seguramente sean tantas cosas, tantos aspectos, que a uno le den ganas de perder la esperanza. Pero no creo que esta sea la mejor solución, no, pues como me dijo la última chica con la que lo intenté, por ser tan pequeñísima la posibilidad, seguro que luego debe de resultar tan genial.
MIÉRCOLES 10 DE OCTUBRE DE 2007
Veintitrés otoños
Cuando se es pequeño uno sueña con ser futbolista, cantante, o incluso, astronauta. Pero a la primera inyección de sentido común uno acostumbra a abandonar esa clase de sueños. Luego uno sueña con una vida moderadamente tranquila, que el dinero llegue sin angustias, una mujer relativamente atractiva, una salud que le respete. Lo que quiero decir es que a medida que avanzan los años uno va cambiando su modo de ver la cosas del mismo modo que va cambiando la manera de verse a si mismo. Y es que el chico que ahora escribe, no tiene nada que ver con el chico que llegó a Barcelona hace ahora ya cinco años. A lo largo de todo este tiempo las he visto de todos los colores. He pasado de la depresión a la euforia, y de la euforia a la depresión, miles de veces. Y tanta gente, y tantas lecciones. He conocido chicas con novio que solo ofrecían picos. Princesas todavía convalecientes de un amor roto que me ofrecían lo que nunca quise robarles. También me crucé con esas chicas que en apología a su libertad se negaban al romanticismo de los corazones. De todas he aprendido. También conocí la agonía de las enfermedades y dos quirófanos que me obligaron a abandonar la pelota. Allí también aprendí. Viajé por medio mundo en búsqueda de algo que ya estaba dentro de mí. Me sumergí en miles de canciones, pero solo aprendí del silencio. Traficantes corruptos, mendigos resignados, ludópatas con encanto, amigos de noche que se convirtieron en amigos de día, allí estuvieron. Y allí siguen, algunos. Resacas con lágrimas, granos inoportunos, y tres chicas a las que quise más de lo que me quisieron. Aquí todavía no se que aprendí, pero algo aprendí. Y por suerte todavía, una vida por delante, y la convicción de que aunque la muerte viniese a mi, un confieso que he vivido, no sería ninguna mentira.
MARTES 9 DE OCTUBRE DE 2007
Padres Nuestros
En una noche de la semana pasada, llegando de jugar un partido de fútbol, sucedió un hecho que hizo que pensara profundamente en mis padres. Iba a coger el ascensor ya, cuando de repente oí unos gritos cada vez más cercanos que procedían de la escalera, eran los gritos de un niño llorando. Así que renuncié al ascensor y me dispuse a ver que pasaba. Al final resultó ser un niño de unos siete años que, indignado porque su madre le había castigado sin PlayStation, había tomado la decisión de huir de casa. Por suerte lo frené, hasta que llegó su madre y me contó lo sucedido. El caso es que el hecho hizo que me acordara de que con esa edad, yo también hice algo parecido. Recuerdo, no se porque motivo, que me indigné con mis padres y me fui a dormir a casa de mis abuelos. Y fue en ese momento, encerrado solo dentro del ascensor y observándome a través del espejo, cuando me di cuenta de la gran injusticia con la que a veces, quizás inconscientemente, acostumbramos a tratar a nuestros padres. Aprovechamos ese amor incondicional que nos ofrecen solo para verter en él toda nuestra asquerosa mierda. Los ignoramos cuando no son de nuestra necesidad, y en cambio, siempre son los primeros a los que obligamos a solucionar nuestros problemas. Recibimos su ternura y su cariño con indiferencia, como si fuera a consecuencia de nuestros méritos o que sabe quien. Y en lugar de tratar de responder a dicho amor, solo nos preocupamos de nuestros asuntos extremadamente importantes. Y, por favor, que no molesten. Te crees que no siendo un mal hijo, ya deberían de estarte agradecido “¿Qué más quieren? Si mira ese como trata sus padres”. Suficiente tengo ya con el resto del mundo, como para estar pendiente de ellos. Y si, seguramente podría seguir un poco más. Un ejemplo tras otro de esa injusta manera que a veces tenemos los hijos de tratar a nuestros padres. Por suerte llega el día en que abres un poco los ojos, recapacitas, te das cuentas de que quizás hoy sea un buen día para empezar a hacer justicia, a dejar de tratarlos como a esas velas que con el único fin de iluminarme van desintegrándose cada día un poco mas.
LUNES 8 DE OCTUBRE DE 2007
No
El otro día me llamó un gran amigo. Estaba triste y no tenía ganas de salir. No supe decir no, así que me encontré a media tarde con un plan nocturno que no tenía el menor interés de cumplir. Entonces pensé en un libro de autoayuda que recordaba haber hojeado en alguna ocasión cuyo título decía algo como “Aprenda a decir no”. Me vestí y me dirigí al Fnac con intención de hacerme con dicho libro. Pero mientras paseaba por la librería me di cuenta de que solo hay una única verdad absoluta. Ya no necesitaba aquel libro. La luz, de repente, y la euforia, un poco. Me di cuenta de que solo hay un modo de aprender a decir no, y es estar convencido de lo que quieres.
DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 2007
TOP (Extended version)
Yo. Las ideas de Santi. El otoño. La filmografía de Juan José Campanella. Devorar un Mentos multisabor, alegrarme de que toque fresa. La Premier en abierto. Lionel Messi. Una sobremesa con licores y amigos. Planeta Finito. Xavier Sala i Martin. Todas las canciones menos una de "Com anar al cel i tornar". Las chicas que no llevan tanga. Las dos lecciones morales de Ratatouille. El restaurante Hermanos Tomas. Kasier Chiefs. El humor de Caye. La voz de Jordi Basté. Los dibujos de Claudia. No ser un egoísta. Los textos de Sostres cuando no tiene novia. Los espaguetis De Cecco. Las comas de Josep Pla. "Como suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida", de Dale Carnegie. El coraje de José Tomas. Dos entradas para el próximo concierto de Pereza. Los culos que dibuja el pitillo. Hacerme el interesante con las palabras. Afers exteriors. Creerse moderadamente feliz, y que la gente te lo confirme. La vida segons Jobs. Los French 75 del Tirsa. La amistad y la familia. Cuore, Elle y Vogue. Ver toda la primera temporada de Prison Break de golpe. Tokio iluminado. La herencia de Paco Umbral. El talento ajeno. "Brighter Discontent", de The Submarines. Playa Paraíso. La vida de Edie Sedgwick. "El poder del Ahora", de Eckhart Tolle. Tener un blog, y que a la gente le entretenga.
SÁBADO 6 DE OCTUBRE DE 2007
La Oscuridad
Hoy un amigo se levantará con la polla dura pensando que su vecinita del piso de abajo ya no es la niña que hasta anoche pensaba que era. Otro amigo abrirá los ojos y verá que en el otro lado de la cama hay una menor de edad, pero de nada más. Un par de botellas de Grey Goose los hizo atractivos. Yo en cambio me levantaré solo y no me quedará otra que leer el cartel que una vez colgó mi madre: "Bona nit, Xavier. T’estimo". Y es que a mi no me salva ni el Grey Goose, ni la compensación de la suerte, ni nada. Pondré música triste y con el efecto depresor de la resaca, conseguiré derramar algunas lágrimas pensando en el amor que hace unos días se esfumó. La memoria será un castigo y el futuro, la oscuridad. Me diré que este no es modo de afrontar la nostalgia, y que cuando acabe la canción me levantaré. Pero dejaré sonar cinco canciones más. Encenderé el portátil, y escribiré cuatro palabras acerca de lo atroz del amor, sobre la absurdidad de desear lo que no se tiene, primero la libertad, y luego el amor, y luego la libertad, y la historia interminable, también.
Brilliant Marta
"Es obvio, si no hay interés no hay comunicación, sino hay comunicación no hay relaciones, si no hay relaciones no hay sexo y sin sexo no hay nadie."
VIERNES 5 DE OCTUBRE DE 2007
¿Te suena?
Conoces una chica. Le pides su número de teléfono. Intercambiáis mensajes indudablemente estúpidos. Al cabo de cinco días le mandas un mensaje para quedar. La zorra no es tonta: no contesta en seguida. Impaciencia angustiosa, hasta que te contesta. Vais al cine. La besas. Crees haber encontrado a la mujer que necesitabas. Volvéis al cine. Te la tiras. Te cansas de besarla. Te pasas una noche entera tirándotela. La invitas a cenar. Se deja dar por el culo. Te sientes orgulloso de ti. Le dices que la quieres. Empiezas a dejar de quererla. Primeras preguntas mentales acerca de como deben follar todas esas tías que ves cada vez que vais juntos al cine. Pasáis un bonito día juntos. Ella te dice que te quiere ¿Es esta realmente la mujer que necesitaba? En el cine hace tiempo que no dan buenas películas. Se te hincha la polla cada vez que te preguntas como deben follar todas esas tías con las que cruzas accidentalmente una mirada. Te la follas solo para que el contador de días sin follar se ponga otra vez a cero. Otra película mala. Primer día en que ni uno ni el otro llama. Una semana. Ella tiene más coraje que tú, te deja.
Adioses Paganos
En esta economía de la insatisfacción, nos quejamos de lo poco que tenemos y lo muchísimo que desearíamos tener, pero rara vez contamos a partir de lo que hemos tenido y dejado atrás. Algo falla cuando siempre queremos más, y nunca de lo mismo. Algo yerra cuando nos vamos despidiendo de todo y de todos, quizá sin darnos cuenta de que hoy somos lo que somos porque algún día tuvimos lo que tuvimos. Una educación, unos padres, una novia, un segundo de felicidad. Todo eso que estuvo y ya no está, pero que de algún modo sigue ahí. Aún así, o quizás por eso mismo, yo cada vez creo más en las despedidas, los hasta luego, los nunca más. Y cuanto más dolorosos e intensos, mejor. Porque nos acercan a lo que en algún momento ha sido real, porque nos empapan de algunas gotas de lucidez. Porque nos han hecho ser, crecer, reír, llorar y creer -sobre todo creer- en algo que ni salió ni saldrá jamás en las noticias. Y de esas cosas, las que no salen por la tele, están hechas las vidas de todos los días. El resto, como explicaron Beigbeder, Baudrillard o Debord mucho mejor que yo, es sólo vivir esa gran mentira que nos han vendido con el nombre mágico de futuro. Mientras tanto nos roban, comercian, y explotan nuestro presente. Porque interesa que pensemos en futuro, que es donde habitan todos los miedos, porque los pánicos del mañana son gasto para hoy. Interesa que gastemos dinero antes que tiempo. E interesa, sobre todo, doparse de expectativas.
* Resumen personalizado de un texto de Risto Mejide en el ADN de hoy.
* Resumen personalizado de un texto de Risto Mejide en el ADN de hoy.
JUEVES 4 DE OCTUBRE DE 2007
Las Ideas de Santi
Hay textos que tienes muchas ganas de escribir, y eso siempre perjudica. Escribo a partir de las ideas, desde la inteligencia, pero hacerlo desde el deseo, desde los sentimientos, sin caer en el romanticismo es complicado. Es por eso que si hay algo complejo, es escribir sobre la amistad. Son mis amigos. Son mis amigos los pilares sobre los que se sustenta mi felicidad. Pues con el tiempo uno aprende que no es el amor un sitio en el que apoyarse, ni es el ombligo un lugar donde mirarse. No se si tengo muchos, de amigos. Seguramente los dedos de una mano serían suficientes. Tampoco necesito mas, tengo los mejores. Y una de esas perlas que a veces nos regala este mar que es la vida, se llama Santi. De todas las personas que he conocido, creo que él es quien mas se me parece. Cuando pienso en el, siempre me da la sensación de estar pensando en primera persona. Esa necesidad de darle a la vida un constante ultimátum, esa tendencia a la agonía, esa noche que delira hasta matar. Ahora que la distancia siempre nos ha condenado, tenerte aquí al lado, será un placer.
Welcome Back
El poder del ahora lo dice: esperar no sirve de nada. Hoy amanecí con unas ganas tremendas de empezar a escribir ya, y como si de una eyaculación precoz se tratase, no me contuve. Leyendo los antídotos de la nostalgia, vuelvo con ganas de volver. Este verano ha sido una fiebre que no me han sabido curar las farmacias, ni las mujeres. Volvemos, porque aunque sabemos que es un error uno siempre espera el regreso de aquello que tanto deseó. Me propongo ser menos poeta, un poco más digerible, quizás. Algunas cosas no son como eran, veremos. Pasó la nube negra, y las ganas de tener ganas son la mejor señal. “El tiempo también vuela”, le pusieron a mi avión.
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